EL SON ABAJEÑO DELA SIERRA DE LOS TUXTLAS
Los que no somos de allá, le decimos "son jarocho" a todo lo que se toca en los fandangos, desde Boca del Río hacia el sur... pero en la sierra se llama "son abajeño", y se escucha de otra forma. El son es mucho más pausado, el canto más llano, menos adornado, y la forma en que los instrumentos (tarima incluída) se entrelazan denota un gran respeto por los otros. De gran raigambre mexicana (indígena, para que me entiendan los que todavía se creen criollos, jeje), esta especialísima región guarda muchísimas costumbres antiquísimas, ahí está perfectamente viva la historia "precortesiana" de nuestro país. Para tener una idea más precisa de la forma en que allá, a través del son y el fandango, los seres humanos aprenden a relacionarse más humanamente, lean mi serie de 4 artículos El encanto y el son jarocho.

Un agradecimiento especial a Andrés Moreno Nájera, apóstol de la convivencia y director de la casa de cultura de San Andrés Tuxtla; a Oscar Castro Frontana, quien me proporcionó las grabaciones de Los Cultivadores del Son y a Eduardo García Acosta, quien me permitió aprender mucho, al compartir sus visitas a comunidades de la sierra.

El capotintin
Los Cultivadores del Son
Grabado por Oscar Castro en el Encuentro de Jaraneros "José Palma Valentín", en Santiago Tuxtla, julio de 2004

De este son antiquísimo, me dice Andrés Moreno que solamente se acordaban Tío Juanito (quien toca la guitarra aquí) y el papá de don Carlos Escribano "oreja mocha". A ellos se lo aprendieron Los Cultivadores, y solamente lo he escuchado con este grupo, aunque tengo noticias de que también lo toca el Grupo Buscapie.

Café con leche
Los Bocheros (España)
Discos Orfeón, LP 12-86, 1964

Un pequeño fragmento de un popurrí grabado hace 40 años, al que le encuentro una sospechosa similitud con el son anterior... No conozco la canción completa, pero me suena a jota aragonesa. Y podría soltar mi imaginación, y ver a un inmigrante español cantándola, mientras la gente de Los Tuxtlas la aprendía y después la hacía a su gusto. Poe cierto, nada qué ver con el "café con pan" de las clases de zapateado, jeje.

El siquisirí
Los Cultivadores del Son
Grabado por Oscar Castro en el Encuentro de Jaraneros "José Palma Valentín", en Santiago Tuxtla, julio de 2004

En esta grabación del son de apertura del fandango, podemos apreciar la forma especial de cantar de Los Tuxtlas, de la que Andrés Moreno, quien aquí pregona, es orgulloso representante. Dejé las palabras al principio, porque también nos hablan del aprecio que se tiene en la zona a los viejos Maestros.


Juan Pólito Baxin (Tío Juanito) y Andrés Moreno
El borracho
Guillermo Chíguil y Modesto Alvarado, de San Andrés
Folklore mexicano, Vol. II (antología del son jarocho), grabaciones y notas de Raúl Hellmer, LP, Trébol MUSART,  T-10535

Dice Andrés Moreno que hay sones que se han dejado de tocar en los fandangos porque los jóvenes ya no lo saben bailar. Efectivamente, la única vez que lo he visto en un fandango en Tlacotalpan, fue hace unos 15 años, en que lo bailaron doña Elena y un viejo del cual no supe el nombre. Y tiene una "coreografía" muy simpática que, precisamente, hace mofa del estado etílico.

La bruja
Pascual Cota y Alfredo Toto, de San Andrés
Folklore mexicano, Vol. II (antología del son jarocho), grabaciones y notas de Raúl Hellmer, LP, Trébol MUSART,  T-10535

Hace un par de años, escuché a un joven grupo, producto del movimiento jaranero, decir al público que "por favor, no los hicieran tocar "la bruja", porque es un son "marisquero". He aquí la prueba de que es un son tradicional (solamente que tocado de otra manera, por supuesto). Este año lo escuché con Los Cultivadores (muy tradicional) y con Chuchumbé (con arreglo). Pero esta grabación me parece interesante porque, aunque tiene todos los cambios de rítmica, no está cantado, y se puede apreciar la guitarra.

Cupido por mayor
Son de Madera con Arcadio Baxin
Disco Raíces, grabado en Xalapa en 2000

En este disco, Son de Madera invitó a grabar a los Maestros y, aunque Arcadio Baxin de ningún modo se puede considerar viejo, ha estado profundamente enraizado en la tradición Tuxtleca. Me parece importante señalar que los sones que conocemos "por menor" (en la escala menor occidental), en esta región son mixtos o mayores, indistintamente. Es una forma distinta de percibir las escalas.

La indita
Juan Manuel, Pablo y Lorena Campechano, con Alec Dempster
Y mi verso quedará... Grabación de Alec Dempster,
textos Alec Dempster y Álvaro Alcántara.

Acelerada para la media de Los Tuxtlas, una grabación hermosa que une varias generaciones y dos nacionalidades de jaraneros. No me canso de alabar el trabajo de Alec Dempster quien, con una grabadora mini disc y una guitarra leona, ha hecho maravillas para documentar las diversas formas de tocar el son en esta región tan especial.

El carpintero
Grupo Río Crecido
Discos Pentagrama, CP 186

Me platicaba Héctor Campos "el doctor" del grupo Río Crecido que, al formarse el grupo, "el río creció y creció, y se lo llevó todo". Y con excelentes resultados, porque aquí se integran viejos y jóvenes, al estar "Cachurín" (QEPD) y "Cartuchito" del Son de Santiago junto con sus "aprendices" de siempre. Y Son de Santiago dejó de ser mudo al agregarse el entusiasmo de los jóvenes de esa ciudad.

Las Pascuas
Grupo Río Crecido
Discos Pentagrama, CP 186

Vayan estas dos últimas grabaciones como homenaje a don José Palma Valentín, nuestro querido "Cachurín" que falleció este año. Todavía lo pudimos disfrutar en febrero en Tlacotalpan, con su sonrisa hermosa y su mirada con el rabillo del ojo, cuando uno tocaba con él. A partir de este año el Encuentro de Jaraneros de Santiago Tuxtla (en julio, alrededor del día 25, Santiago Apóstol) lleva su nombre. Y todos llevamos su recuerdo en el corazón.

El Encuentro de Jaraneros en San Andrés Tuxtla, Veracruz es normalmente los días 29 y 30 de noviembre (San Andrés Apóstol). Lo especial de este encuentro es que da preferencia a los músicos campesinos de las comunidades serranas, así que ahí podemos apreciar a soneros que normalmente no aparecen en otros encuentros, mucho menos en discos, radio o televisión. Y créanme que vale la pena. La región tuxtleca no sólo enseña sones maravillosos y una gran cantidad de afinaciones antiguas, también enseña a convivir.

 

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