LA DÉCIMA ESPINELA.

La estructura de la décima son 10 versos (líneas) octosílabos. La rima para
la Espinela (la décima popular más usual en los países hispanohablantes) es:

1A 2B 3B 4A 5A 6C 7C 8D 9D 10C

La siguiente es una décima "autodescriptiva":

1 En la décima espinela (era)
2 riman la primera y cuarta; (ima)
3 la dos, con la tres se ensarta(ima)
4 y aquí acaba una secuela. (era)
5 La quinta pegada vuela(erra)
6 con la seis, como melliza(ata)
7 que a la siete cicatriza(ata)
8para que surja la octava.(ena)
9 La novena es como esclava(ena)
10 de la diez, que finaliza.(ata)

Aunque no es una norma rígida, si hemos de "partir" la décima en dos
oraciones distintas, o en dos ideas complementarias, la partición de
preferencia se debe hacer entre el 4to. y 5to. versos, como si quedara una
estrofa (redondilla) de 4 versos, y otra estrofa de 6. Otro ejemplo:

Con jacarandas que brotan
entre dedos "piazolezcos",
sabiendo que lo merezco,
tus escalas no me embotan.
(la separé por claridad)

Y porque jamás se agotan
los disfrutes mañaneros,
repletos los ceniceros
de sueños, milonga y zamba,
campanas, pájaros, alba,
noches, vela y guitarreros.

Un buen ejercicio para aprender a "redondear" la idea en una sola décima, es
ver si se puede leer al derecho y al revés (empezando por el último
renglón). Prueba a leer así ésta:

Acércate sin premura
y espera una maravilla,
porque es oro, aunque no brilla
y, si encuentras la fisura,
mezcla de sal y ternura
descubres en su confín.
Como un abismo sin fin,
camino de flor y piedra,
del cuervo, la sombra negra,
adentro guarda un jazmín.

Otra cosa a tomar en cuenta, es el uso de los diptongos (sinalefas) en el conteo de las ocho sílabas. Sólo la experiencia te irá dando "oído" para saber cuándo puedes contar un diptongo por sílabas separadas. Por ejemplo, dos formas de leer la misma línea:

y-sien-cuen-tras-la-fi-su-ra, (8 sílabas)
y-si-en-cuen-tras-la-fi-su-ra,
(9 sílabas)

o bien,

por-quees-o-roaun-que-no-bri-lla (8 sílabas)
por-quees-o-ro-aun-que-no-bri-lla
(9 sílabas)
por-que-es-o-ro-aun-que-no-bri-lla
(10 sílabas)

pero, como podemos observar en ambos casos, la primera forma (de 8 sílabas) sería la lectura natural, instintiva, en español, pues tendemos a unir en diptongo. Por todo esto, es mejor contar las sílabas de manera oral, y no escrita, tratando de decirlas naturalmente. Recordemos que la décima es básicamente para ser escuchada, y no leída.

Creo que es suficiente para empezar, además de recordar que las musas sí vienen de vez en cuando pero, si no te encuentran trabajando, se ofenden y se van.
Es importante recordar también que ni el verso ni la prosa tienen sentido, a menos que tengan contenido, es decir, que nos transmitan algo. He conocido versificadores muy hábiles para estructurar, pero sin mensaje alguno.
La idea de este manual es animarte a comenzar, sin utilizar tecnicismos de esos que asustan al primerizo, y estoy segura de que, con tantita práctica, encontrarás en la décima una vía amable de comunicación, principalmente contigo mismo.
Espero que sirva la explicación. Para seguir adelante con formas más estudiadas, ya que te sientas cómodo con la estrofa, puedes buscar en Internet usando las palabras clave "espinela" y "versificación", lo que te va a llevar a buenas páginas que detallan esta forma poética.

Si, para estar seguro de tus avances, prefieres que alguien vaya leyendo tus décimas y te haga observaciones especializadas, puedes acercarte a decimistas que tengas cerca en tu región o, si así lo prefieres, puedes escribirme a contacto@anazarina.org

Ana Zarina Palafox Méndez
Febrero de 2003, actualizado en marzo de 2010

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